sábado, 10 de noviembre de 2012

¿Consuma lo que la TV de Paraguay produce?





"Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad". >>Diego Luis Córdoba




Hace unas semanas atrás, una amiga me envió un mensaje de texto a mi celular para avisarme que a tal hora y en tal canal pasarían imágenes inéditas de fenómenos sobrenaturales en los cementerios de nuestro país; fueron escasos los minutos que miré el programa y debo admitir que fueron suficientes para darme cuenta que (a criterio personal) todo el material era ficticio, detalles que al mirar y analizar fríamente delatan el falso origen del mismo.

Es increíble lo que hacen para vender en estos días, no escatiman en recursos para sumar unos puntos al rating, utilizan cualquier tipo de método con el fin de lograr el objetivo principal, vender. Los puntos comunes de unos programas con otros siempre son: cuerpos semi desnudos o desnudos, burdas y absurdas peleas algunas de ellas preparadas, exposición de la vida y miseria personal de algunos personajes de TV excusándose con el hecho de pertenecer a un reality show, como si esa fuera una justificación para despertar tanto morbo. 

Un resumen concreto y conciso de lo que comúnmente se ve en la mayoría de los programas de producción nacional, con ojo crítico puedo entender muchas cosas, pero no puedo evitar sonreír irónicamente cuando los mismos y principales protagonistas de esos programas tienen las agallas de criticar la educación y formación de los niños, jóvenes y adultos del país, que falta mucho, que la educación es paupérrima y que así el país no puede avanzar, obviamente no vamos a avanzar si seguimos mostrando productos chatarras, si seguimos dando ejemplos chatarras y una “educación” chatarra a través del medio masivo de comunicación, no pueden decir: “Qué pobre la educación del país” si son los principales promotores de lo fácil, engañoso y ridículamente mediocre. Es fácil tirar la piedra y después esconder la mano, muy fácil ponerse alas blancas de día, cuernos y cola de noche. 

No sé qué es peor, los que entregan productos chatarras o quienes lo consumen a diestra y siniestra. Al país lo hacemos entre todos, una golondrina no hace primavera, es por eso que se debería buscar otro método, otra táctica para vender más y mejor, no solo en cantidad sino en calidad, recordando siempre que: aquello que hoy suma en la escala de rating, mañana puede restar en la estabilidad de un país.