miércoles, 13 de marzo de 2013

CATÓLICOS, HABEMUS PAPAM



“…Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: « ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Él les dijo: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos»…” Evangelio según San Mateo 16, 13-20


Durante toda la jornada del lunes 11 de marzo se escuchó mucho el término, “Cónclave”; para bien o para mal de muchas personas. 



Aclaremos qué significa Cónclave: viene del latín, “cum clavis”, y significa precisamente “bajo llave”. Es una asamblea de cardenales regida por reglas muy estrictas, durante la cual los mismos se aíslan del mundo exterior para evitar presiones hasta haber elegido a un nuevo papa. Esto tiene vigencia desde el Concilio Lyon II (1274).



El día de ayer (12/03/2013), se inició el Cónclave con la misa Pro Eligiendo Romano Pontífice, presidida por el cardenal decano Angelo Sodano y concelebrada por los 115 cardenales electores en la Basílica de San Pedro.

 Se realizó posteriormente la primera votación, y a través de la chimenea montada sobre el tejado de la Capilla Sixtina se pudo observar que la primera fumata tuvo humo negro, lo que significa que no se logró un acuerdo entre la mayoría de los cardenales electores para elección de un nuevo Papa.

 Para anunciar al nuevo Sumo Pontífice se requería de 77 votos de los electores.

Finalmente hoy luego de 5 votos en total, dos fumatas negras y una blanca; la esperada, se dio a conocer al nuevo Papa de la Iglesia Católica, él es: Cardenal Jorge Mario Bergoglio, ahora nuestro Papa Francisco.


La emoción que me embargó el alma al ver salir humo blanco de la chimenea colocada sobre la Capilla Sixtina, fue increíble. Como católica y practicante me alegré, me sorprendió de sobremanera tal vez porque me uní a las plegarias de los demás hermanos católicos alrededor del mundo, tal vez porque de alguna manera fui partícipe de ese momento histórico en la iglesia, tal vez porque así me lo hizo sentir el Santo Espíritu.


Cuando el cardenal francés Jean-Lous Tauran anunció quién fue electo Papa, lo admito me quedé en shock, lo primero que se me vino a la cabeza fue: “Es argentino, y ahora quién los aguante a los argentinos”. 



Luego, el Papa Francisco tomó la palabra, escuché no solo con los oídos sino con el Espíritu lo que tenía para decir, ahora describiendo el momento que viví vuelvo a tener piel de gallina y lágrimas en los ojos; quienes me conocen saben que no soy de lágrima fácil, todo lo dicho por el Santo Padre me llegó; agradecí a Dios por el hombre que escogió para Pastor de sus ovejas en el mundo.



Comenzamos un camino de fraternidad, de amor, de confianza. Recemos para que haya una gran fraternidad en todo el mundo. Antes de dar la bendición os pido un favor, que pidáis al Señor la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra por mí”.


El Papa Francisco se ganó mi respeto y admiración, en tan solo minutos. Con sencillas palabras, con naturalidad y obvia sinceridad demostró ser un hombre humilde, dispuesto a realizar  la labor de evangelizar no solo a Roma, sino al Mundo. Y se despidió diciendo…



“Nos vemos pronto. Voy a rezarle a la Virgen para que proteja toda Roma. Buenas noches y buen descanso."


Para nosotros los católicos, la figura de la Santísima Virgen María tiene una preponderancia única en nuestra espiritualidad; una vocación que se nutre y sustenta en la Madre celestial, es una vocación que rinde frutos y posee fortaleza para sopesar las acechanzas del mal. 


Me viene a la memoria lo siguiente: “Dónde se encuentra presente la Virgen María, el Diablo detesta estar, odia no tener poder sobre la inmaculada concebida sin mancha de pecado original”. 


Que el Papa Francisco  ore e implore a nuestra Madre, es una buena señal. 


Es cierto que es el primer Papa latinoamericano, también es cierto que tiene la calidez y apertura característicos de los latinos, cierto también que nació en Argentina.


Al punto que quería llegar, como mencioné anteriormente, yo también fui una de las tantas que dijo el famoso: Ndeee es argentino. (Textualmente). 


Lo reconozco, mi humanidad pudo más que mi espiritualidad, solo por unos segundos;  gracias a Dios. La designación del nuevo Papa va mucho más allá de las diferencias que nosotros podamos tener unos con otros, ya sea por no comulgar con ciertas actitudes de los demás (soberbia por ejemplo); la misión del Sumo Pontífice va mucho más allá de los colores de una bandera o los límites geográficos.


Limitar un pontificado a una nacionalidad, es triste. Se “supone” que a través de Cristo todos somos hermanos en el espíritu, de manera que está demás emitir comentarios xenófobos. En lugar de denigrar al otro, es uno mismo quien se empequeñece y empobrece, lo que es peor se vuelve mísero espiritualmente.


Es cierto, molesta leer o escuchar a los hermanos “anti católicos” cuando blasfeman, insultan, se burlan e irrespetan lo concerniente a la Iglesia Católica; algunos son tan cobardes de usar “bromas” o “garabatos graciosos”, y hoy sobre todo hoy, he decidido apegarme a lo dicho por San Andrés: “Si a tu hermano no puedes hablarle de Dios, háblale a Dios de tu hermano”.

El Papa Francisco  viene con una mochila muy pesada, y dentro de ella aún hay lugar para muchas cosas negativas que el mundo se va a encargar de esparcir y vender como única verdad; llámese supuestos hechos de, rumores de, cuentan – dicen -  comentan que. 


Lastimosamente el mundo está dividido en grupos, sub grupos y grupitos. Siempre que se intente hacer algo para bien de los demás, va a estar quién se ponga en primera fila para señalar y acusar. 


Dejemos la justicia de los hombres a los hombres, y la Justicia Divina a Dios. Los católicos tenemos suficientes pruebas para afirmar que Dios juzga y es siempre justo; no pretendamos entenderlo en nuestra diminuta y limitada humanidad.


Desde hoy y siempre, los invito hermanos católicos a orar por nuestro Papa Francisco ; por nuestros Obispos y Sacerdotes; que Dios los ilumine y los llene de sabiduría para pastorear como Cristo alguna vez lo hizo hace más de dos mil años.


Tenemos mucho que agradecer, a Dios por darnos finalmente un Papa, Francisco . A Cristo por ayudarnos a llevar esa cruz que cada uno carga y solamente él sabe por qué pesa lo que pesa. A nuestra Siempre Virgen María porque a pesar de los miles ataques y de todos los frentes, podemos resistir gracias a su sagrado manto protector. ¡Gracias!


Gracias también por los hermanos “anti católicos” que siempre están atentos a los movimientos y palabras de la Iglesia Católica, gracias por sus reclamos, quejas, críticas, maldiciones y burlas. Gracias por demostrarnos con sus actos, cuán grande es Dios y que él cumple su palabra, ustedes son la máxima prueba del “Libre Albedrío” que el creador nos regaló a todos.


Quien quiera entender, que entienda.


Gracias Argentina por ser la cuna dónde nació nuestro Papa Francisco, ahora no solo es argentino, es del mundo y para el mundo. Es el Padre de la Fe de cada uno de los que hacemos la Iglesia Católica. Por eso gracias, nuevamente hoy estamos más unidos que nunca con ustedes, hermanos argentinos, compartimos a un mismo Pastor.


Paz y Bien para todos.


martes, 12 de marzo de 2013

NUNCA ES SUFICIENTE.




Estas líneas son dirigidas a aquellos padres que unidos en matrimonio dedican su vida a la educación de sus hijos.

Si bien aún no soy madre, soy hija y de acuerdo a mi experiencia me atrevo a expresar lo siguiente:

Cuando dos personas (un hombre y una mujer) deciden unir sus vidas con el sagrado sacramento del Matrimonio, prometen ante Dios y los hombres; educar en la fe y ...aceptar a cada hijo que Dios decida enviarles; en ningún momento se oye: “Si vos fulano traes el sustento a la casa ahí termina tu función, y vos mengana si te quedas en la casa tenes la obligación de educar y corregir a tus hijos, ya que es lo único que vas a realizar en todo el día y eso no es excusa para sucumbir al cansancio”.

En reiteradas ocasiones escuché la misma frase que ante el dejo de ignorancia se toma como una verdad universal: “Ella es su mamá, que se encargue de sus hijos, no hace nada más que estar todo el día en la casa. Yo tengo suficiente con salir a trabajar y mantenerlos a todos.”

Aquí es donde comparto mi experiencia, soy la tercera de seis hermanos. Cuando aún éramos 4 hermanos, mamá estuvo con nosotros todo el tiempo, ella se desempeñó como “ama de casa” mientras mi papá salía a trabajar prácticamente todo el día.
“Ama de casa”, pregunté a muchas personas cuál era la imagen que se les venía a la mente cuando escuchaban estas tres palabras, lo que resultó fue lo mismo: “La mujer que se queda en la casa para cuidar a los hijos. Es el trabajo menos estresante que existe”.

Desde que tengo uso de razón recuerdo a la “Ama de Casa” que nos crió a mi y a mis hermanos, a una mujer que se levantaba temprano aún si no dormía bien en las madrugadas por cuidar a uno de sus hijos enfermos, se encargaba prácticamente de todo, desde poner los uniformes de colegio de los mayores (5 y 6 años), lavar, planchar, fregar, cocinar, atender que los niños hicieran las tareas escolares y ser mamá tiempo completo. Y ahí no termina: Enfermera, Médica, Cuenta Cuentos, Compañera de juegos, Chef, Modista, etc. Sin respiro en todo el día.

¿Y mi papá qué hacía? Muy temprano, a las 6:30hs salía de casa en dirección a su trabajo, llegaba al medio día para almorzar, una hora justa, cuando se retiraba para de nuevo ir a la oficina, se tomaba el tiempo de llevarnos a mi hermano David y a mí a la muralla y nos decía que contáramos hasta diez para ver lo rápido que se iba corriendo a laburar para terminar cuanto antes sus obligaciones laborales y luego poder venir a casa y jugar con nosotros. Recuerdo que papá, aún cansado jugaba conmigo y con mis hermanos, no es dato menor repartirse entre niños de 6, 5, 3 y 2 años. Cuando al fin dábamos tregua a papá, él ayudaba a mamá para terminar lo que hacía falta hacer en la casa, por ejemplo: Doblar las ropas limpias, barrer, repasar el piso, extender las ropas, regar las plantas etc. Mis hermanos y yo crecimos con ese ejemplo, mis padres juntos siempre y siendo solidarios uno con el otro.

No todo era perfecto, como en toda familia, hubo momentos difíciles que se pudieron sobrellevar gracias al amor y a la entrega de uno por el otro.

Mamá y Papá se tomaron el tiempo en enseñarnos muchas cosas, cuando llegaron mis otros dos hermanos, mis padres trabajaban fuera de la casa, en ese momento y por medio tiempo, mis hermanos mayores cuidaban de los menores. Eso no hubiese sido posible si Papá y Mamá no nos hubiesen enseñado con el ejemplo que siempre, pero siempre uno tiene que poder dar algo por el otro, el cansancio jamás debe ser una excusa. Como siempre dice Papá: “Voy a descansar cuando me muera, mientras siga vivo voy a hacer lo que este a mi alcance, no le tengo miedo al trabajo”.

¿Por qué comparto esta experiencia? Porque creo necesario dar a conocer que, aunque los hijos cuenten con una mamá durante todo el día (lo cual es un lujo y una bendición hoy en día), los pequeños precisan de un tiempo de calidad con el papá que sale a trabajar y como todo ser humano puede cansarse.

Papás, que el cansancio no les separe de sus hijos, aprovechen ahora que son pequeños aún, incúlquenles valores con las palabras pero sobre todo con los HECHOS que son lo que finalmente los hijos vemos con mayor claridad. Que no sea el “CANSANCIO” el factor que provoque que sus hijos solamente los vean como un “querido proveedor” y cuando hacen alguna travesura, el “ogro que ronca fuerte”, eso no es respeto, es temor. Muchos creen que el temor es respeto, y no es así. Que ese CANSANCIO no se convierta en la excusa para entregarse a la COMODIDAD del descanso y que se vea la mamá con todo lo referente a la casa.

Para traer a los hijos al mundo, se necesitaron 2.

Y vuelvo a recalcar, ser “Ama de Casa” es un trabajo, quizás el más cansador de todos, y seguramente el más criticado y menos comprendido.

Tuve la bendición de crecer con un papá y una mamá que se amaron desde el principio, no solo de palabras sino con hechos, eso es amor, a pesar de todo el cansancio, de todo el dolor prima el amor y la renuncia por el otro, por la familia.

Papás, es importante ganar el pan de cada día, pero eso NO ES SUFICIENTE.

Atte: Una hija; Daia Cáceres.