¿Por qué seguís soltera?
Es impresionante la cantidad de
personas que están preocupadas por mi estado civil, reconozco que al principio
me aterraba salir a la calle para evitar gente de este tipo – tan interesadas
en la vida ajena – lo peor era sentirme obligada a responder, me sentía desnuda
durante todo el tiempo que duraba el interrogatorio. A Dios gracias y después
de unas largas noches de fuertes conversaciones con él, di vuelta la página y
digamos que de alguna manera crecí.
¿A qué me refiero con crecer? Me
di cuenta que no le debo explicaciones de mi vida a nadie, el hecho de estar
soltera no implica que sea solterona o que no haya tenido con quién vivir una intensa
y tórrida historia de amor, disfrutar de la soledad y tener otro tipo de
prioridades no es pecado. No tiene porqué ser un motivo de burla – de terceros –
o vergüenza de mi parte.
No fui educada para aceptar la
oferta de cualquier Adán, soy muy valiosa y merezco al mejor José. Lastimosamente
en estos tiempos se ha vuelto mucho más fácil juzgar la vida de otros y señalar
qué tiene y qué carece, la mayoría ha dejado de vivir a su ritmo y parecer para
vivir según las expectativas de los demás sin importar pisar los propios
principios.
¿Por qué dejamos que terceros
interfieran en nuestras decisiones y elecciones? ¿Por qué es tan importante no
fallar a los demás y dejar a un lado lo que uno es en realidad?
Es tiempo de marchar al ritmo que
nos conviene y parece, ritmo que no debe ser el mismo que el de fulano o
sultana, vale la pena recordar que cada uno vive solamente una vez y si decide
tomarse el tiempo para elegir tal o cual opción, camino, carrera, trabajo,
pareja, casa, mascota etc es algo que no debe importar a nadie más.
Sigo soltera ¿y qué?

