El deporte en todas sus categorías y estilos siempre ha sido
motivo de orgullo, pena, tristeza o alegría.
No me agrada pensar en el deporte como un generador de pasión, ya que dicha emoción va muy ligada al fanatismo… y ésta por ende a la ligereza de ánimo con tendencia segura a la violencia.
Hoy específicamente me gustaría hablar del deporte rey, si
ese mismo, el Fútbol.
Es sabido que el Fútbol en sus inicios fue un deporte privilegiado solo para los hombres, y aclaremos, “en sus inicios”, allá por el siglo III Ac. se practicaban actividades deportivas que denotaban modismos de lo que hoy conocemos como balompié.
El fútbol femenino tiene sus orígenes ya en la Dinastía Han
sin contar con el hecho que en el siglo XII las mujeres practicaban este
deporte especialmente en los países de Francia y Escocia.
Históricamente hablando, en la Primera Guerra Mundial sucedió
lo que hoy se conoce como el “motivo y
fuerza de la inserción de las mujeres en el Fútbol”, en esa época los
hombres iban al campo de batalla mientras las mujeres tomaban el mando del
hogar y del trabajo. En las fábricas (lugar común de desempeño laboral de la
época) se formaron equipos de fútbol femenino y desde entonces las mujeres han
estado procurando su lugar en el fútbol, el cual se legalizó en 1971 gracias a la UEFA quien a través de su importante figura en el medio deportivo instó a
los clubes la fomentación del fútbol femenino. Y la lucha sigue hasta el día de
hoy…
Si bien el Fútbol Femenino ya tiene su espacio ganado y sus
magníficas figuras como exponentes de buen desempeño futbolístico a nivel
mundial, la lucha persiste en el “Periodismo Deportivo”. El periodismo en el rubro
deportivo fue siempre el lugar dominado por los hombres en distintos países,
pero, específicamente en Paraguay esto ha sido una verdad implacable hasta que
una mujer con agallas dijo: También puedo; la conocemos todos, nuestra Soledad
Franco, la matriarca del periodismo deportivo en Paraguay; valientemente rompió
con las barreras del rubro tutorado solo por hombres y desde entonces otras valerosas
féminas han dado el siguiente paso.
La lucha persiste, repito, ya que en toda la vorágine de la
tecnología y las redes sociales se expresan libre y a veces irresponsablemente
las ideas, opiniones y pensamientos recónditos en cada ser humano.
En la famosa red social Twitter hay una cuenta denominada @AlbirrojaPrensa
manejada por una mujer que gusta y ama el fútbol, y en la noche de ayer por ejemplo la
misma al momento de escribir sus tweets cometió algunos errores, lo que se
utilizó como motivo para agredirla y ser objeto de burla de algunos “colegas”
sin contar con los muchos “fanáticos” del fútbol (todos hombres). Una cosa es
corregir y hacer ver el error a la compañera y otra muy distinta aprovecharse
de eso para fastidiar, insultar y burlarse. He sido testigo de los errores de
muchos colegas “hombres” y sin embargo no se generan burlas ni reproches de la
magnitud vivida por la colega Fabiana S.
Es cierto, ya son pocos, mas siguen manifestándose a causa de
nimiedades, ellos los grandes machistas temerosos de ser relegados por el que ellos
consideran es el sexo débil, este tipo de personajes se descubren solos ante la
necesidad de mostrarse “fuertes, seguros y sabios” en el rubro.
Mi total apoyo a la colega Fabiana, y de corazón gracias a
los periodistas deportivos con quienes tuve el privilegio de intercambiar
opiniones con el mayor de los respetos, ellos son muchos y son más que aquellos
(contados con los dedos de la mano) que siguen con ese absurdo machismo minado
de ignorancia y temor.
Como mencioné al principio de la nota, la pasión es una emoción que invariablemente va ligada al fanatismo, y ese apasionamiento desenfrenado genera que el fanático se comporte en ocasiones de manera violenta e irracional. En conclusión, no se puede razonar con un ferviente y apasionado fanático del fútbol.
Pueden estar o no de acuerdo con lo que he escrito, entenderé
los comentarios a favor y en contra. No podía dejar pasar esto, es tiempo de
dejar en claro las cuentas y reconocer que el deporte, específicamente el
Fútbol, tiene lugar para todos, hombres
y mujeres. No permitamos que unos cuantos hagan del periodismo deportivo una
cuestión de género.
Así como he sido
paciente con muchos machistas "disfrazados de hinchas”, espero que ustedes lectores lo sean
con una mujer que busca su espacio para hacer lo que ama, “Periodismo Deportivo”.
genia total carajo
ResponderEliminar